Opereta de la "Liga de Gobernadores" en momento frágil de la economía argentina
Mientras JxC rehuye de asumir la responsabilidad en la monstruosa deuda con el FMI, un grupete de jefes provinciales especulan con el fracaso de las negociaciones para posicionarse para el 2023.
Política26/01/2022Daniel G. SolarArgentina es un país que no conoce lo que es la "tranquilidad política" en años no electorales. Menos aun cuando la economía, y la eterna dependencia de la cotización de dólar, manda en el humor de los argentinos. Ese "humor" que ha puesto en jaque a más de una gestión gubernamental nacional y provincial. "Humor ciudadano" que desespera a los gobernadores y los empuja a conformar Ligas, Mesas, Frentes o lo que sea para saciar sus vetustas ansias presidenciales.
El país desde hace varios años que no transita por una economía estable y menos aún desde la inconsulta decisión y el sorpresivo anuncio, un 8 de mayo de 2018, del gobierno de Macri de recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI) dejando en claro el fracaso de su gestión. Fracaso que no reconocen y que en su momento contó con el apoyo, al menos con el silencio, de los gobernadores justicialistas.
El FMI no ha cambiado su visión. Ni lo hará por más que sean mujeres quienes en los últimos 6 años conducen los destinos del organismo. Los 189 países miembros autorizan al FMI a prestar platas a aquellos que sobrellevan crisis en su sistema monetario. Pero, así como prestan también quieren cobrar. No hacen beneficencia. Hacen negocios y si quienes accedieron al prestamos deben realizar profundos ajustes en jubilaciones, sueldos, ayuda social, creando más pobreza pues ese es un problema de quién recurrió al FMI.
Pero el análisis de las relaciones con el FMI es un tema tan viejo y perimido que los argentinos no defienden al organismo internacional de crédito. Critican, sin embargo, la nula "unidad política" para enfrentar las negociaciones con el FMI. Ya todos saben que la receta es ajuste y más ajuste. El macrismo en el 2018, sin ideas, recurrió a Christine Lagarde y desde esa fecha no ha ni siquiera esbozado un mea culpa. Hoy gastan segundos en radio y televisión diciendo lo que Alberto Fernández debe hacer. O lo que es peor, quieren que se le diga en qué consiste el acuerdo con FMI, cuáles son los ajustes y cuál será el costo para el pueblo argentinos. Tamaña caradurez sólo pueden ponerla de manifiesto quiénes aceptaron mansamente, sin preguntar, ni debatir en el Congreso Nacional la conveniencia de volver al FMI.
Es evidente que la oposición de Juntos por el Cambio no logra infringir golpes certeros que renueven las relaciones casi carnales que ostentaron con la administración Trump. Están más preocupados en los golpes bajos y en hacer hincapié en que Cristina Fernández de Kirchner es quién gobierna y que Alberto es sólo su partenaire. No tiene más argumentos que esos y se aferran a ellos en momentos que el espionaje macristas les estalla en la cara dejando muy comprometido a Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. La oposición hoy está más sostenida por los medios de comunicación que por la misma política.
La desesperación por la Presidencia
En las últimas horas algunas noticias intentan golpear en el seno de la gestión de Alberto Fernández. Y esos golpes provendrían del mismo lugar. Fuentes cercanas a La Rosada analizan que tanto el operativo de prensa de alejar al tucumano Juan Manzur de la Jefatura de Gabinete como la posibilidad que se vuelva a reeditar la "Liga de Gobernadores", tienen el mismo origen y sería "fuego amigo", aunque nieguen que estén detrás de esa movida. Son artimañas que por ser viejas no dejan de ser efectivas a la hora de socavar el poder de un presidente.
Pero esas "artimañas" ya fueron utilizadas en las elecciones legislativas del 2021. Muchos de los gobernadores justicialistas evitaron, y pedían, nombrar a Alberto y a Cristina. Es más, rogaban que los ministros del gobierno nacional no vayan a sus provincias. Creían que con eso darían vuelta los resultados adversos de las PASO y los colocaría inmediatamente en la grilla presidencial. Los números fueron lapidarios para algunos y otros sólo pueden mostrar que ganaron, aunque no lo digan, por la mínima diferencia.
El cordobés Schiaretti, santafecino Perotti, el misionero Herrera Ahuad, el entrerriano Bordet y el riojano Quintela forman parte del grupo de gobernadores derrotados por JxC en las Legislativas 2021. El sanjuanino Sergio Uñac ganó por la mínima diferencia mientras que el catamarqueño Raúl Jalil es el único que puede mostrar haber ganado por más del 50%.
Pero en la supuesta "Liga" faltan muchos gobernadores justicialistas de peso político que no se prestaron para la "opereta" comunicacional porque entienden que no son momentos para instalar un espacio político que sirva más para debilitar al gobierno de Alberto Fernández que para generar un posible candidato a presidente. "No necesitamos esas cosas en estos momentos", dijo un dirigente nacional y agregó que "hoy deben estar todos apoyando al Presidente. La negociación con el FMI es muy dura y el ajuste que piden es más duro aún. Nadie va a salir bien parado de todo esto. Les guste o no debemos apoyar a Fernández. Los que fantasean con una candidatura a presidente o quieren mantener vivo su poder político deberán leer mejor el momento que Argentina vive", sentenció lapidariamente.
Y en algo tiene razón. Alberto Fernández está enfrentando junto a Guzmán las negociaciones con el FMI mientras propios y extraños apuestan a un fracaso sólo para tener posibilidades presidenciales. No se espera que JxC anuncie en conferencia de prensa que el FMI entienda la situación argentina y otorgue más plazos para el pago de la deuda. Sería una actitud madura de una oposición política que hasta el momento ha demostrado, con su gobierno, que poco le importa el Pueblo argentino. Mientras la pelusa de sus ombligos sean de sus agrados, los demás no tienen relevancia.
Si se espera que los gobernadores justicialistas y provinciales acudan en apoyo del Presidente Fernández. Sería una demostración sería y madura por parte de los jefes provinciales. Hoy las ambiciones presidenciales y los posicionamientos mediáticos a través de dudosas encuestas pagas, no son del interés del argentino ni del sanjuanino. Aunque el presidente Fernández no pasa por su mejor momento en la consideración del electorado, no vería con mal ojos que al menos los gobernadores sean coherentes y vayan en apoyo del primer mandatario nacional en esta cruzada de negociar la deuda que dejaron los de Juntos por el Cambio.