El Peronismo, ¿un barco sin coordenadas?

El 22 de marzo, la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) se transformó en el escenario de una exposición que tuvo como protagonista a Cristina Fernández de Kirchner (CFK), quien disertó en el Congreso Educativo Nacional “Imaginar y Transformar”.

Al comienzo, le dedicó una nueva chicana al actual presidente Javier Milei cuando dijo: “¿por qué es necesario replantear la educación, en este primer Congreso Nacional de Educación? Creo que el hecho de tener un presidente que no sabe cómo se llama San Martín y que ayer lo llamó Juan José de San Martín ya justifica la realización de un Congreso Nacional de Educación”. Sin embargo, a través de la chicana le hizo un favor a Milei. Considero que los políticos y militantes de La Libertad Avanza quieren que hablemos y escribamos de este tipo de situaciones: de Milei, quien no sabe o finge desconocer el nombre completo de San Martín, o de Rocío Bonacci arrojándole un vaso de agua a Lilia Lemoine en el Congreso. A través de estas acciones, nos mantienen entretenidos, para que no hablemos de Pablo Grillo, o de lo que ocurrió en el Congreso de la Nación el 18 de marzo cuando se “aprobó el proyecto que este presidente que venía con la dolarización le envió una suerte de cheque en blanco a través de un DNU para que hagan lo que quieran otra vez con el Fondo Monetario Internacional. En un sincericidio, durante esas conferencias de prensa que hace ese vocero que dicen que "es inteligente" y la verdad es que, fíjense lo que dijo cuando un periodista le preguntó: "¿Cómo es esto del Fondo que de vuelta vamos al Fondo?" Y él contestó: "Bueno, el Fondo es una rueda de auxilio”. Horrible metáfora, hermano. ¿Cuándo usamos la rueda de auxilio? Cuando pinchaste, querido”, manifestó CFK en su exposición. Estas últimas críticas no frenaron con Adorni, y la mención de este cheque en blanco se transformó en una excusa para que Cristina Fernández se distanciara de los dirigentes peronistas que votaron a favor de ese proyecto, o lo apoyaron a través de ausencias.

¿Todo en orden en la casa de los peronistas?

En su exposición, CFK se preguntó “¿cómo andamos en el Poder Legislativo?”. Acto seguido, recordó que la demostración de la situación actual del PJ la recibimos el miércoles, “en un ejercicio increíble porque uno escuchaba algunos discursos y manifestaciones anteriores de una fuerza política cuya jefa política había dicho que “la hermana del presidente era la cajera” y que “ambos eran dos marginales”. Gente que decía que el presidente es más peligroso que “mono con navaja” y que es “autoritario, antidemocrático” y, sin embargo, luego de encendidos discursos donde cuestionaban la idoneidad y la capacidad del presidente, votaban un cheque en blanco. Quiero pensar que es el miedo que quisieron imprimirles siempre a los legisladores en el 2001, por ejemplo: cuando los hicieron votar la intangibilidad de los depósitos bancarios 2 meses antes del Corralito, o del ajuste 0 en aquel fin de semana del déficit 0 de Cavallo. Siempre parece que el país está a punto de derrumbarse, aprueban eso y finalmente el país se termina derrumbando. Quiero pensar que es eso, porque si no tengo que ver el vídeo que vi este fin de semana de Kueider, exsenador de la provincia de Entre Ríos, contando fajos de dólares, no en una financiera o en un banco donde hay siempre dólares y dinero; en su despacho en la sede del Gobierno Provincial de Entre Ríos. El voto de Kueider, quien fue después sorprendido en la frontera paraguaya con USD 250 mil dólares y que, además, fue la firma determinante para el despacho de la Ley Bases en el Senado y el voto determinante para la aprobación”. 

Kueider solo fue el comienzo de una serie de preguntas que hizo Cristina Fernández de Kirchner “de por qué votan como votan ciertos legisladores en el Parlamento Argentino y si le sumo el hecho de que como se comentaba en algunos despachos de la Casa Rosada, sabían por ejemplo: que iba a haber divisiones en el bloque de senadores de Unión Por la Patria y efectivamente se producen, porque también, compañeros, compañeras, amigos y amigas, también tenemos que mirar un poquito en casa cómo andamos”. En sus propios términos, Cristina Fernández describe a la “casa” peronista, expresando que “si los diputados peronistas de la provincia de Catamarca, si los diputados peronistas de Tucumán, si los diputados peronistas que fueron con Sergio Masa en la boleta en Misiones, si los diputados peronistas de Salta hubieran votado junto al peronismo y las otras fuerzas políticas este cheque en blanco no existiría. Y lo digo con mucha pena y mucho dolor porque soy peronista”. 

Las críticas no se quedaron ahí, sino que dirigió un contundente mensaje sobre los diputados peronistas catamarqueños que pegaron un faltazo el miércoles: Silvana Ginocchio, Sebastián Nóblega, Fernanda Ávila y Dante López Rodríguez. Gracias a la ausencia de los cuatro diputados, el Gobierno evitó más votos en contra. Al hablar de ellos, CFK expresó que luego de ese hecho, “vio en el Boletín Oficial que una mina de rodocrosita la transfieren a la provincia, digo yo: ¿Ser argentino y haber nacido en la provincia de Felipe Varela vale entregar la dignidad por una mina de rodocrosita? Sinceramente, creo que es muy grave lo que está pasando”.

De esta forma, la referente justicialista respondió a su propia pregunta: es muy grave la situación dentro de la casa del peronismo, donde se encuentran dirigentes como Kueider, quien de acuerdo con CFK, se vendería por USD 250 mil dólares, y los diputados oriundos de Catamarca, provincia que recibió una mina luego de sus faltas en el recinto. Pero, de cara a las elecciones legislativas, ¿qué deberían hacer? 

Resulta cómoda la idea de dedicarse a la introspección y a la autocrítica, así, sin más. No obstante, lo más productivo quizás sea dejar de mantener la cabeza abajo como un avestruz, como sugirió CFK en ese momento, cuando dijo: “no hay que ser como el avestruz. No tenemos que esconder la cabeza. Tenemos que levantar la cabeza, asumir los problemas que tenemos, aun cuando sean difíciles, problemáticos, endiablados muchas veces en su resolución. Pero, debemos hacerlo. (...) Si hay un lugar y un espacio político en la Argentina que puede replantear el Estado desde la seriedad y desde el crédito de haber hecho algo en este país, somos nosotros en materia de educación pública”.

En este contexto, creo que resulta oportuno recordar que el partido peronista no solo creó universidades nacionales y becas, sino que, en las últimas décadas, se transformó en uno de los mejores aliados de las disidencias sexo-genéricas y de las mujeres. Si uno hace un recorrido en reversa, teniendo como eje a los derechos que afectan a las mujeres, jubilados y jubiladas, a los trabajadores y las trabajadoras, y a la comunidad LGBT, recordará que durante los gobiernos peronistas se obtuvo la aprobación del sufragio femenino, la Ley de Identidad de Género, el Matrimonio Igualitario, la despenalización del aborto y la moratoria provisional, por nombrar algunos logros. Me parece que la pregunta de CFK debería ampliarse: ¿quién avanzará en contra de este saqueo de los derechos que las argentinas y los argentinos conquistamos? Frente a mi propio interrogante, recuerdo las nuevas narrativas de algunos sectores de la derecha que igualan los derechos conquistados por mujeres, trabajadores/as y minorías a privilegios, probablemente porque extrañan la época en la cual el matrimonio, el acceso a la universidad y a cuidados referidos a la salud reproductiva estaban reservados únicamente para la “gente de bien”. 

En fin, no hace falta ser peronista, ni kirchnerista, ni kuka para creer que ya es hora de que el pueblo vuelva. Sin embargo, por el momento, pareciera que la situación del PJ permanece en estado crítico y delicado, porque como dijo CFK: “desorganizados no llegan a ningún lado”.

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