Talleres campeón con presencia sanjuanina ante un River nuevamente decepcionante

Después de dos horas de fútbol en La Nueva Olla de Asunción. El estadio, con más de 35 grados, le hizo honor a su nombre. En el calor, Talleres. En la definición, Talleres. En los penales, Franco Armani (tapó dos), pero no alcanzó. En la ambición, Talleres. La T consiguió el primer titulo en 26 años, una celebración que se le negaba desde 1999. Y levantó la Supercopa Internacional en la capital paraguaya.

El River de Gallardo no funciona. Ni cuando juega a lo suyo -Montiel, el mejor de todos- Ni cuando las piernas no le dan y apuesta al juego vertical, allí donde Montiel también se destaca en el equipo. A Borja no le llegó una sola pelota limpia. La única que tuvo, en lugar de definir, buscó a un compañero y la jugada se diluyó. La frescura de Mastantuono, quizás, puede ser la única buena noticia de esta excursión a Asunción. Desde comienzos de diciembre -goleada 4 a 0 a Rosario Central- que River no anota un gol en el primer tiempo. Esa sequía se prolongó hoy. Y el Millonario se vuelve sin nada. O, peor aún, con dudas. Sobre todo, en su funcionamiento.

 River estaba ante la chance de dar una muestra de carácter y empezar a revertir la floja imagen futbolística con la que empezó el año. Lejos de eso, tuvo una noche flojísima en Asunción y perdió por penales ante Talleres de Córdoba por la Supercopa Internacional. 

El Millonario le faltó el respeto a su gente, y sobre todo a los que viajaron a Paraguay a alentarlo. No estuvo a la altura de una final. Jugó mal, casi no generó jugadas de peligro, y aún pese a que Franco Armani agigante su figura con atajadas durante los 90 minutos y conteniendo luego dos penales, el equipo de Marcelo Gallardo perdió 3-2 en la definición desde los 12 pasos.

Después del 0-0 en los 90′ y el alargue, Matías Rojas, Facundo Colidio, Gonzalo Montiel y Manuel Lanzini erraron sus penales. Pity Martínez y Miguel Borja convirtieron sus ejecuciones.