Capital: la impericia que está matando los ibirapitá y afea la peatonal Rivadavia

La falta de control y los inexistentes pedidos de informes de los concejales de Cambiemos, también ayudan a la muerte de la especie arbórea. Una obra, magnificada por los turistas y los mismos sanjuaninos, en el medio de los celos y la envidia política.

Locales 22/09/2022 Daniel G. Solar Daniel G. Solar
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La desidia y la inoperancia sobrevuela la Peatonal "Domingo Faustino Sarmiento" de la Ciudad de San Juan y sólo basta caminar por peatonal Rivadavia, de este a oeste o viceversas, para darse cuenta como los ibirápita están muriendo por el desinterés de las autoridades municipales. Un desinterés que se parecería más a cargar las culpas contra la gestión del ex intendente Franco Aranda.

En menos de 4 meses los ejemplares de ibirapitá que pueblan ambos márgenes de la peatonal Rivadavia están secos, raquíticos y con hojas secas. Esas características que hoy presentan es el claro síntoma de la falta de agua, pero también del inexistente mantenimiento.

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Es sabido que la obra de la Peatonal que llevó adelante la gestión de Aranda a principios del 2018 fue el foco de enfrentamiento con el gobierno de Sergio Uñac y ningún sanjuanino olvida que la inauguración en noviembre del 2019 se realizó sin la presencia de las máximas autoridades de la provincia. En el medio, la erradicación de los viejos árboles de la peatonal Rivadavia fue el centro del conflicto a raíz de las denuncias de los concejales opositores de JxC y que provocó a su vez demoras en los trabajos de remodelación.

Los dimes y diretes de aquellos años estuvieron enmarcados en el oportunismo electoral tanto de los macristas Juan Sansó, Gabriel D' Amico, Federico Sansó, y Eugenia Del Valle Raverta como de los asesores gubernamentales del gobierno provincial. Una obra demorada por las denuncias en defensa del arbolado que tuvo todos los condimentos de las elecciones del 2019.

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Y esas denuncias tuvieron su efecto en la PASO de ese año y determinó que Aranda perdiera la interna ante el ex ministro de Gobierno, Emilio Baistrocchi. No obstante, las obras de remodelación finalizaron y en noviembre del 2019 los famosos ibirápita de 4 metros comenzaron a mostrar las bondades de su follaje. Ya nadie quería hablar de impacto ambiental ni de errores inexistentes.

Pero después de 3 años, la peatonal de la Ciudad de San Juan se convirtió en el orgullo de todos los sanjuaninos que disfrutaron hasta marzo de este año de la sombra que brindaba el ibirápita. Y ni hablar de las flores amarillas que contrastaban con el verde de sus hojas. Ya nadie habló de impacto ambiental ni de recursos de amparos que evitaran erradicar los viejos plátanos.

Desde la finalización de las obras de remodelación de la Peatonal de Ciudad de San Juan hasta marzo del corriente año, los ibirápita fueron creciendo de tal manera que cubrieron la ancha peatonal Rivadavia. En el 2021 se convirtió en el escenario predilecto de los equipos periodísticos deportivo internacionales y nacionales cuando el seleccionado de fútbol de Brasil y Argentina se enfrentaron en el estadio del Bicentenario. Ya nadie, en San Juan, dudaba del éxito de la remodelación.

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Pero la impericia y la desidia de la gestión del actual intendente, Emilio Baistrocchi, ha convertido a la peatonal Rivadavia en uno de los sectores más feo y desolado de la Capital. Los ibirapitá están muriendo y nadie dice nada. Ni siquiera los concejales de Cambiemos han interpuesto un recurso de amparo ni hablan en las sesiones del Concejo Deliberante. No piden informes ni han convocado al jefe comunal para que dé explicaciones. Ni siquiera ACODEPAS (Asociación Civil para la Defensa y Conservación del Patrimonio Sanjuanino) ha pedido explicaciones por esta "muerte en pie" de los ibirápita ni ha recurrido a la justicia local.

Por su parte, la secretaria de Estado de Ambiente y Desarrollo Sustentable, que conduce Francisco Guevara, no ha inspeccionado los árboles de la peatonal Rivadavia ni ha abierto de oficio una investigación por la muerte en pie de los ibirápita. Registros fotográficos muestran a clara cómo han sido abandonados y dejados morir, convirtiendo a la peatonal en un verdadero desierto.

El estado que presentan los ibirapitá es debido pura y exclusivamente a la falta de riego. Y éste es un tema en el que las autoridades municipales han fracasado en el mantenimiento de la obra que llevó adelante la gestión de Franco Aranda. Obra que no puede ser objetada ni criticada porque las tasas de los arboles fueron agrandadas y cuentan con riego por goteo para eficientizar el uso del agua. Además, se previó la instalación de caños de PVC para ser regados manualmente ante posibles fallas del riego por goteo. Un dato más a tener en cuenta es que las tasa de los arboles fueron selladas con un material especial que permite la filtración de agua de lluvia. 

Pero la previsión adoptada por los profesionales de la obra también incluyó que los ibirápita fueron regados por las famosas acequias cuyanas. Uno de los trabajos encarados fue precisamente el ensanche y profundización de las dos acequias de la peatonal Rivadavia.

A la luz de las obras llevadas a cabo, no existe excusa que fundamente la inexplicable muerte en pie de los ibirapitá. Tal vez, se pueda explicar desde lo político o de la pésima gestión municipal de Baistrocchi y su equipo de trabajo. Desde lo político porque después de 3 años de gestión del actual jefe comunal aún no puede superar ni siquiera el 10% de las obras encaradas del 2015 al 2019 por Aranda. 

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La pésima gestión de Baistrocchi muestra una ciudad Capital con veredas en mal estado de conservación, rotas y con baldosas que son un verdadero peligro. Las calles céntricas en el mismo estado y los controles de tránsito brillan por su ausencia y cables de todo tipo inundan el cielo capitalino.

El deplorable estado de los árboles de la peatonal Rivadavia deja en claro que ni siquiera los asesores de los concejales de la oposición y el oficialismo transitan por ahí. Menos lo hacen el intendente Baistrocchi y sus funcionarios. Esto explicaría el 90% de imagen negativa y un 13% de intención de votos del oficialismo. Por su parte, la oposición de Cambiemos ha defraudado a los vecinos capitalinos que le confiaron su voto.