Por pedido del Reino Unido, los F-16 que compró Milei no podrán vigilar las Malvinas

Militares aseguran que el acuerdo firmado por Luis Petri con Dinamarca incluye limitaciones en el alcance del radar de los aviones para evitar que puedan operar cerca de las islas. Señalan que esta condición fue impuesta por socios de la OTAN y advierten que esto comprometería la capacidad de defensa aérea sobre el Atlántico Sur.

Nacionales16/07/2025Daiana CoriaDaiana Coria
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La compra de 24 aviones F-16 por parte del gobierno argentino a Dinamarca generó preocupación en sectores de las Fuerzas Armadas, luego de que trascendiera que el sistema de radar de los aviones tendría limitaciones operativas impuestas por exigencias del Reino Unido.

El acuerdo, firmado por el ministro de Defensa Luis Petri a fines de junio durante una visita oficial a Copenhague, prevé que seis de los aviones lleguen al país antes de fin de año. Según había anunciado el funcionario, la empresa Terma Global será la encargada de realizar mejoras tecnológicas en los sistemas de guerra electrónica, software, hardware y asistencia técnica.

Petri defendió la operación como parte del plan del Gobierno para reequipar a las Fuerzas Armadas: “Con el presidente Milei, la Argentina vuelve a invertir en defensa en serio, para tener una Fuerza Aérea moderna, equipada y lista para proteger el cielo y la soberanía de todos los argentinos”.

Sin embargo, fuentes militares señalaron que, como parte del acuerdo con Terma, se habría aceptado reducir el alcance de los radares de tiro a 60 millas náuticas, una condición solicitada por el Reino Unido para evitar que los nuevos aviones puedan operar eficazmente cerca de las Islas Malvinas.

“Si un F-16 necesita acercarse a menos de 60 millas de Puerto Argentino para ser efectivo, ya estará dentro del rango de detección y ataque de los sistemas británicos, que pueden alcanzar entre 200 y 300 millas”, advirtió un oficial de alto rango que sigue de cerca las negociaciones.

Desde la conducción de la Fuerza Aérea relativizaron esta versión. Una fuente oficial aseguró que “las aeronaves contarán con todas sus capacidades operativas y que el país tendrá control total sobre los modos de radar y sistemas de guerra electrónica”, aludiendo a las herramientas de reprogramación nacional incorporadas en la compra.

No obstante, el oficial consultado reafirmó que, aunque los aviones no contienen componentes de origen británico, lo que impediría un veto directo, el Reino Unido puede influir en los términos de venta a través de su rol como miembro de la OTAN, al igual que Dinamarca y Estados Unidos.

Finalmente explicó que este tipo de condicionamientos no son infrecuentes en el comercio internacional de armas. “Por ejemplo, nosotros no podemos vender el Pampa III a Bolivia porque tiene un acuerdo con Irán, e Israel, uno de nuestros proveedores, veta la operación”, detalló.

En este caso, el condicionamiento no afectaría la estructura del avión sino aspectos técnicos vinculados a software y sistemas periféricos. “Limitando el radar y otros subsistemas, se reduce la capacidad de detección y ataque a larga distancia. Así, se asegura que el F-16 no represente una amenaza para las fuerzas desplegadas en las Malvinas”, señaló.

Fuente: La Política Online

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