En medio de la polémica por los comedores, Kicillof consolida su vínculo con el Movimiento Evita

El gobernador bonaerense busca forjar una estructura federal propia. El equilibro de la organización de Pérsico para evitar quedar “rehén” de la interna con La Cámpora. Volverá a Moreno, donde gobierna Mariel Fernández, integrante del movimiento social.

Política21/07/2024
Kicillof-Fernández
Kicillof-Fernández

El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, volverá el próximo 26 de julio al municipio de Moreno, invitado por la intendenta local, Mariel Fernández, para participar de la “Marcha de Antorchas” para rendir homenaje a Eva Perón, en un nuevo aniversario de su fallecimiento.

En lo político, se trata de un espaldarazo a la intendenta y al Movimiento Evita, agrupación a la que pertenece, luego de que el martes pasado el mandatario kirchnerista mantuviera una larga reunión en el mismo distrito del conurbano con la conducción nacional de esa organización social.

“Junto a @Kicillofok , este 26 de julio nos encontramos en Moreno para homenajear a nuestra querida Evita. Como todos los años, compartiremos la misa en la Catedral y haremos la tradicional Marcha de la Antorchas hacia el Boulevard Evita donde será el acto central”, escribió Fernández en su cuenta de X.

El año pasado, en la misma fecha, Kicillof ya había concurrido a la Marcha de las Antorchas, un evento que se repite anualmente, para recordar el legado de la «abanderada de los humildes» y “jefa espiritual de la Nación” en la tradición peronista.

El martes pasado, el gobernador fue recibido durante más de tres horas en un almuerzo en Moreno, y compartió con los dirigentes del Evita una serie de reflexiones y pedidos.

En medio de la distendida charla, no pasó desapercibido un pedido hacia los distintos sectores del peronismo para que defiendan con uñas y dientes a su gestión, en un contexto complejo desde lo económico por el sofoco presupuestario al que es sometida la provincia.

El planteo del mandatario bonaerense es leído en clave de interna, en medio del juego de desgaste que La Cámpora y su líder, Máximo Kirchner, viene haciendo públicamente sobre la figura del gobernador, si bien en las últimas semanas desescaló el nivel de intensidad de las críticas.

Ante sus interlocutores, Kicillof coincidió en que la gestión de Alberto Fernández fue “mala”, pero más allá de ese diagnóstico reclamó que quienes tengan diferencias con su gobierno no hagan con él lo que hicieron con la gestión nacional del último presidente peronista, cuando sectores del peronismo se sobregiraron en críticas despiadadas que al hacerse públicas generaron mucho daño y colaboraron con la derrota electoral del año pasado.

La confrontación con Milei

Frente a la primera plana del Evita, acompañado por sus ministros de Infraestructura, Gabriel Katopodis, y de Trabajo, Walter Correa, Kicillof describió el escenario económico y los desafíos de la Provincia. Casi toda la jornada giró en torno a las políticas de Milei y cómo convertirse en la “contracara” del ajuste. El gobernador se llevó el compromiso de que la agrupación defenderá a su gestión frente a los embates del Presidente. Además del respaldo, el Evita le servirá como termómetro de lo que pasa en los barrios y al interior del país. 

“La idea es poder dar respuestas desde la gestión a los perjudicados por Milei”, explicó Gildo Onorato a elDiarioAR. En ese sentido, detalló que los encuentros de Kicillof con el santafesino Maximiliano Pullaro (UCR) y el chubutense Ignacio Torres (PRO) fueron más que una foto de gestión, porque detrás de ellos hay una búsqueda de articulación en distintos niveles. 

“Para reconstruir una propuesta popular y federal estamos trabajando con organizaciones de cooperativismo en todo el país, sobre todo en la región núcleo. Estamos en diálogo permanente con Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba. Pensamos una agenda federal para defender a los distintos sectores ante la ausencia del gobierno”, sumó. 

Renovación y reconciliación

Durante el gobierno de Alberto Fernández, hubo un sector del Evita más crítico al “seguidismo”, que planteaban que los dirigentes más importantes debían dejar sus puestos en la gestión. Pérsico fue muy cercano al expresidente, aunque empezó a marcar críticas hacia el final del mandato. 

Mientras que Fernando “Chino” Navarro, que también ocupó un cargo durante la gestión de Alberto, se alejó de la conducción del Evita, Pérsico quedó al frente pero hoy dicen que está “ayudando a un proceso de renovación” que tendrá entre sus protagonistas a la intendenta Mariel Fernández, Toniolli, Onorato y otros dirigentes como el diputado Leonardo Grosso. 

Pese a las tensiones históricas, el Evita y La Cámpora hoy mantienen una relación más cordial. Ese vínculo empezó a darse durante los meses más complejos de la gestión de Alberto. En simultáneo con sus cuestionamientos al Presidente, Pérsico se acercó a Cristina y desde entonces se restableció el diálogo.

Fuente: PoliticAnalizada / elDiarioAR